ABRA PSICÓLOGOS BILBAO 

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El habla es la realización concreta de la lengua en un momento y lugar determinado. Es la manifestación oral del lenguaje.

Se desarrolla por medio de condicionamientos tempranos y de imitación, que se estimulan y se aprenden en el entorno del niño. Y se consolida a través de la madurez fonética-fonológica, o adquisición de los sonidos y fonemas, que el niño va adquiriendo y automatizando en su proceso madurativo.

• Trastornos de la articulación

  • Disartrias
  • Disglosias
  • Dislalias
• Trastornos del ritmo y la fluencia
  • Disfemia o tartamudez
  • Taquifemia

Trastornos de la articulación

• Disartria

La disartria es un término que se da a la incorrecta articulación de los fonemas y que tiene un origen neurológico. La lesión se localiza en las zonas del sistema nervioso central, que gobiernan los músculos de los órganos fonatorios.

Existe una insuficiente inervación de los órganos que intervienen en la emisión del habla, lo que conlleva trastornos en la pronunciación, desórdenes del ritmo a nivel respiratorio, de velocidad, de entonación y de aspecto léxico gramatical del lenguaje.

• Disfemia o tartamudez

La disfemia o tartamudez es un problema del habla, que se caracteriza por una perturbación del ritmo de la palabra, repeticiones o prolongaciones involuntarias de sonidos, silabas o palabras monosílabas.

También se puede considerar una perturbación de la fluidez verbal resultante del conocimiento negativo de una emoción, como celos de un hermano, inadaptación escolar… y que resulta como mecanismo de defensa.

• Taquifemia

A diferencia de la disfemia (tartamudez), la taquifemia presenta los síntomas de un trastorno combinado del habla y del lenguaje. La taquifemia afecta a la fluidez verbal y se caracteriza porque el habla se acelera, hay sonidos que no se articulan y el discurso es poco comprensible. De esta forma, el habla parece atropellada y la pronunciación no resulta clara. Al contrario que con la disfemia, el habla mejora cuando el niño se comunica con personas desconocidas o cuando se les presta atención, es decir, cuando el afectado se concentra en el proceso del habla. Además, la taquifemia no provoca la repetición de sonidos, ni interrupciones en el flujo verbal; no obstante, en muchos casos obstaculiza el desarrollo linguístico. El afectado puede dar muestras de una personalidad impulsiva.

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