ABRA PSICÓLOGOS BILBAO
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Son aquellas alteraciones, anomalías o perturbaciones que dificultan en mayor o menor media la comunicación lingüística, y que pueden afectar tanto a aspectos lingüísticos (fonológicos, sintácticos, semánticos, de comprensión o de expresión), como intelectuales, ya que los trastornos del lenguaje, pueden llegar a interferir en las relaciones de quienes los padecen, en su rendimiento escolar, social y familiar.
El retraso en el lenguaje se puede definir como un retraso en la aparición de los niveles de lenguaje, que afecta sobre todo a la expresión (en todos los aspectos: fonéticos, fonológicos, semánticos, morfosintácticos).
Se observan, a veces, ciertas dificultades en la comprensión, sobre todo si el enunciado es largo o ambiguo, o si la comunicación no se realiza en condiciones óptimas.
La disfasia es un trastorno del lenguaje caracterizado por provocar dificultad para hablar y/o comprender el discurso hablado. Las personas con disfasia pueden no ser capaces de hablar usando frases coherentes, pueden tener dificultades para encontrar las palabras adecuadas, puede usar palabras que no tienen sentido en el momento, o pueden tener dificultades para entender lo que otra persona dice.
La disfasia suele ser muy frustrante para el paciente, ya que la capacidad de comunicación puede verse muy afectada. Esta afección también puede ser frustrante para los cuidadores y familiares, sobre todo, si el paciente tiene problemas para entender y seguir instrucciones.
La afasia consiste en una pérdida de la capacidad de emitir o comprender el lenguaje, debida a un daño cerebral.
Definimos el trastorno específico del lenguaje (T.E.L.) como la a anormal adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito.
El problema puede implicar a todos, uno o algunos de los componentes fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del sistema lingüístico. Los individuos con trastornos de lenguaje tienen frecuentemente problemas de procesamiento del lenguaje o de abstracción de la información significativa para almacenamiento y recuperación por la memoria a corto o a largo plazo”.
En resumen, los niños diagnosticados con T.E.L., muestran un funcionamiento correcto en la mayoría de áreas de funcionamiento, no muestran otros trastornos concomitantes, y tienen evidentes dificultades en el lenguaje sin razones aparentes.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
Los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.
El niño/a disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas. Los padres y profesores suelen interpretar, a menudo, esta conducta como desinterés, y presionan para conseguir mayor esfuerzo, sin comprender las dificultades reales de estos niños/as.
La dislexia, va más allá de tener problemas en la lectura y en la escritura, ya que existen además, problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico, confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-temporales, etc.
No existen dos disléxicos idénticos, por tanto, en ABRA psicólogos Bilbao sabemos que cada caso es único y adaptamos el tratamiento a las necesidades individuales de cada niño/a.
La diisgrafia, es una alteración significativa de la capacidad de expresión escrita, no debida a retraso mental, o escolaridad inadecuada, y que suele presentar una combinación de déficits en la composición de textos escritos, mostrando errores gramaticales o de puntuación, organización pobre de los párrafos, múltiples errores ortográficos, y grafía muy deficitaria.
Suele presentarse asociada a la dislexia o a la discalculia o trastorno del cálculo. Pueden también existir déficits de lenguaje y de la perceptomotricidad. En la mayoría de los casos, se encuentra asociada a otros trastornos del aprendizaje.
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