El trastorno de la pronunciación o dislalia, se caracteriza fundamentalmente, porque el niño omite o pronuncia los fonemas, de forma inadecuada (distorsiones, sustituciones) para su edad. Puede tener conservadas el resto de funciones del lenguaje.

El niño con trastorno de la comprensión del lenguaje muestra una capacidad de comprensión del lenguaje, por debajo del nivel adecuado para su edad.

Normalmente este trastorno específico del desarrollo aparece antes de los 4 años, aunque puede aparecer desde antes de los 2 (casos graves), a los 8 (casos leves) y es más frecuente, en niños que en niñas. Parece que el origen del trastorno es genético.

Casi la totalidad de casos de niños con este trastorno, manifiestan serias dificultades en la expresión del lenguaje y alteraciones en la pronunciación de las palabras. También es bastante habitual, que estos niños presenten déficits en la socialización y en la comunicación no verbal y problemas emocionales, como por ejemplo, baja autoestima.

El trastorno de la comprensión del lenguaje puede darse junto a otros trastornos específicos del aprendizaje, como dislexia, disgrafia y discalculia, a trastornos de conducta, al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastornos de ansiedad y depresión infantil.